martes, 25 de noviembre de 2014

Horario inglés con tres desayunos sin gluten

Estoy intentando dejar atrás mis comidas compulsivas y volver a ser una persona normal, que come a sus horas una dieta sin gluten más o menos equilibrada.

Pero es complicado. Mi vida ha cambiado y llevo un horario típicamente inglés en el que me levanto a las 6.45 o 7.00 horas. Como a las 12.30- 13.00 horas, y ceno a las 19.00 horas. Y si a las 20.00h. puedo estar durmiendo mejor que mejor.

¿CINCO COMIDAS AL DÍA?

El caso es que con estos horarios llevar una dieta de 5 comidas al día con desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena me resulta complicado porque no tengo tiempo para hacerlas todas. ¿Ojo que es es gordo eh? ¡Con lo que me gusta comer y que el problema sea que me no me dé tiempo!

Así que Júlia (nutricionista-dietista de Alimmenta) me ha recomendado que si no puedo hacer la merienda porque ceno pronto, que intente hacer 3 pica-pica por la mañana, pero me temo que todos los días no me es posible.


DESAYUNOS SIN GLUTEN VARIADOS Y EQUILIBRADOS
Mi desayuno a las 7.30h se compone de un vaso de leche con cereales o de un par de rebanadas de pan de molde con queso fresco y mermelada. 

Mi primer almuerzo, sobre las 10.15h, de un té con fruta, mucha fruta y zumo de naranja, porque llevo un tiempo que tengo adicción a la fruta y no puedo parar de comerla. 


EL SEGUNDO ALMUERZO SIN GLUTEN

Para el segundo almuerzo ya no me da tiempo porque a las 12.30 ya estoy con la comida. Aunque cuando sí que puedo, me hago un mini bocadillo con pavo o jamón de york. La merienda es muchos días imposible porque me coincide con la salida de Bruno de la guardería y el parque, el baño y la cena...

Me preocupa no comer todo lo que tengo que comer estando embarazada, pero creo que a pesar de estos horarios y estas comidas me alimento bien. Dentro de unos días, en mi próxima cita con Júlia saldré de dudas.  

viernes, 21 de noviembre de 2014

Si la empanada son palabras mayores... ¡empanadillas!

Hoy necesitaba un empujoncito glutenero. Una persona cercana  no lo está pasando bien y necesitaba echarme un poco de alegría al cuerpo o al menos tener mi cabeza ocupada, así que he decidido hacer empanadillas. 

AÑOS ESPERÁNDO UNA EMPANADA DE ATÚN

Llevo mucho tiempo, años incluso, queriendo comer una empanada de atún. Desde que soy celiaca sólo en una ocasión la he podido catar gracias a una amiga celiaca que la cocinó en una cena. ¡Estaba de vicio!

Así que hoy he visto la ocasión. Cuando la empanada son palabras mayores, enfrentémonos a las menores ¿no? ¡La empanadilla! Me han resultado más fáciles de lo que pensaba así que no descarto lanzarme a la empanada un día de estos. 

La masa sin gluten siempre es más difícil de trabajar, sobre todo al extenderla porque se rompe con facilidad, pero no os desaniméis si probáis a hacerlas porque salen riquísimas.


INGREDIENTES
  • 150 gr. de harina sin gluten (He usado la de pan de Schar)
  • 100 ml. de agua
  • 100 ml. de vino blanco
  • ½ cucharadita de sal
  • 25 gr. de mantequilla o margarina
  • 200 gr. de atún
  • 100 gr. de tomate 
  • 1 huevo duro
  • Aceite de oliva
ELABORACIÓN

1. Calienta el agua con el vino, la sal y la mantequilla. Cuando hierva mézclala con la harina hasta hacer una masa homogénea
2. Tapa la masa con un paño húmedo y déjala reposar 20 minutos.
3. Extiéndela con un rodillo hasta que la masa quede bastante fina (no olvides espolvorear antes harina encima de la mesa) y con un vaso corta los círculos.
4. Pica la cebolla y dórala en una sartén con un poco de aceite caliente, cuando esté transparente añadir el atún y el tomate.
5. Echa la mezcla de atún en un bol y añade el huevo duro troceado
6. Rellena cada círculo de masa con una cucharadita del relleno
6. Para cerrar la empanadilla pon un poquito de agua en los bordes, ciérralos y aplastalos con los dientes de un tenedor
7. Fríe en una sartén con abundante aceite hasta que estén doraditas vuelta y vuelta y ponlas en un planto con papel de cocina para que chupe el aceite. 

¡Y a comer!


*Como podéis ver mis empanadillas han salido redondas y es que el vaso que elegí se quedó pequeño así que junté dos círculos de masa en cada empanadilla.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Historias embarazosas: Orden en mi cuerpo celiaco ¡YA!

"Orden en la dieta celiaca, que esto va en serio". Esto me dice mi conciencia cada día pero no puedo evitar comer por impulsos. Este embarazo está siendo muy diferente al anterior, entre otras cosas porque tengo a Bruno que no me deja parar un segundo ni pensar que está pasando en mi tripa. Júlia (dietista-nutricionista de Alimmenta) me vuelve a ayudar con la dieta sin gluten. Una dieta equilibrada y que me ayude a  mantener mi peso en orden durante el embarazo, no para adelgazar ¿eh?

APUNTANDO LO QUE COMO Y MIDIENDO BRAZO Y TRIPA
Estoy de 17 semanas. Comencé el embarazo con 65.5 kg, me recuperé del anterior y estaba en mi peso. En la segunda visita al tocólogo, el pasado día 30 de octubre pesaba 66.4 kg, mi tripa medía 94 cm y mi brazo 29 cm. De momento la cosa va bien. Tengo que apuntar en una tabla todo lo que como porque sólo así soy consciente de la cantidad de porquerías que ingiere mi estómago. Pero esta semana pasada ha sido un caos absoluto a todos los niveles.  Así que Júlia, vamos a hacer como que estos días no han existido en el calendario y seguimos desde hoy.

COMER POR IMPULSOS

Pues bien, como os digo esta semana pasada Bruno ha traído un virus de estómago de la guardería que lo hemos cogido todos en casa. Él lo ha sufrido más días y lo he tenido las 24 horas del día conmigo. Y cuanto digo conmigo es conmigo. Así que entre que yo también estaba convaleciente, él con fiebre en mi regazo, sin tiempo para nada, comía cuando podía y cuando no pues no. Y cuando lo hacía pues me atiborraba.

Ayer, por ejemplo, estuve todo el día comiendo fruta en cantidades exageradas y supongo que es porque el cuerpo tenía carencia de alguna vitamina. Pero el lunes casi me comí medio bizcocho sin gluten de una sentada. En fin...

TENGO QUE PONER ORDEN EN MI CUERPO CELIACO

El caso es que tengo que poner orden en este cuerpo celiaco y embarazoso como sea porque este pobre que llegará en abril no se queja de nada pero debe estar alucinando con lo que pasa aquí afuera. Luego que los hermanos son muy diferentes No me extraña porque desde que están en la tripa ya se les trata diferente, lo quieras o no.



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miércoles, 12 de noviembre de 2014

Cuscús de aceitunas y pepinillos sin gluten pero con glamour

 
No sé qué pasa últimamente que sólo veo recetas de cuscús en varios blogs, todas mucho más elaboradas que la que os propongo, tanto que me han hecho dudar si enseñárosla porque es muy sencillita, pero para empezar a conocer el producto para mí ha sido suficiente. Así que ahí voy.

Tenía desde hacía ya unos meses una caja de cuscús con la que no sabía qué hacer. La compré en un arranque que me dió y ahí se quedó. Nunca había comido ni lo había cocinado. Y he aquí que encontré unas recetas en una revista y me decidí a comprar los ingredientes que recomendaba para el "Cuscús de aceitunas y pepinillos".  

UN CUSCÚS SIN GLUTEN PERO CON GLAMOUR

Este cuscús salía en un reportaje muy glamouroso de tapitas para un pica pica en casa. Porque seré celiaca pero glamour no me falta. Y en cuanto lo ví me entró por los ojos y me lancé a ser la más glamourosa, faltaría más. Como dice mi suegra: "lo que va bien para las modelos y las ricas ¿por qué no me va a ir bien a mí?". Así que lo mismo pero con el glamour, lo que es glamouroso para las modelos, para mí tambíén.

Pero esto de lanzarte a cocinar algo por primera vez con una receta de una revista es algo arriesgado. No por el cuscús ni por el glamour, sino por la mezcla. El cuscús me resultó sencillo de cocinar pero el resto es un milagro que aciertes con los sabores que proponen. En el caso de esta receta te tienen que encantar los vinagrillo y los sabores ácidos y tienes que acertar con el limón.

INGREDIENTES

-1 taza de cuscús
-1 taza de caldo de pollo
-2cucharadas de olivas verdes picadas
-2cucharadas de olivas negras picadas
-2cucharadas de pepinillos picados
-1cucharada de alcaparrones picados
-El zumo de medio limón ( en la receta pone 2 limones, yo puse uno y me pareció excesivamente ácido)
-Aceite de oliva
-Sal

ELABORACIÓN








-Haz el cuscús según las indicaciones de la marca. En mi caso puse a calentar el caldo y cuando empezó a hervir añadí el cuscús y lo aparté del fuego removiendo durante un rato.

-Pica las olivas negras, las verdes, los pepinillos y los alcaparrones. 

-Mezcla el cuscús con todo lo picado, el zumo de limón, un buen chorro de aceite de oliva y una pizca de sal. Déjalo reposar removiéndolo de vez en cuando para que no se pegue y ... ¡ya puedes servirlo!

CUANDO SE PUEDE ...AQUÍ Y AHORA

Puede ser que me haya quedado un poco pegado, como véis en la foto de arriba, pero es que no pude esperar a comerlo. Creo que le faltó un poco de reposo pero este estómago celiaco no me permitió esperar más tiempo para catarlo. Así son las cosas celiacas, cuando se puede... aquí y ahora.

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lunes, 10 de noviembre de 2014

La vida sin un té... no es vida

¡Qué mal se está sin dormir y qué bueno es el té! Me encanta el té rojo, aunque he descubierto que en muchas cafeterías no tienen y que en muchos supermerados tampoco y la razón es porque no suele gustar. Al menos eso me han dicho. Pues a mí me chifla y si puedo no tomo otro.

UNA SEMANA TORERA

El caso es que he pasado una semana "torera" porque el cambio de guardería a Bruno no le ha sentado muy bien. Esto de venir del pueblo a la ciudad y así de repente cambiar de un aula con pocos niños a estas marabuntas de 15 por clase y 4 aulas, como que no le ha hecho gracia. Así que nos hemos pasado la semana sin dormir.

EL TÉ, MI GRAN ALIADO 

El té ha sido mi gran aliado (el té sin gluten, claro está, que también los hay con gluten) porque ha habido momentos en los que no sabía si tenía hambre, sueño o sed. Y la verdad es que un té no sienta igual servido de una forma o de otra. No es lo mismo tomarse un té en una taza o en un vaso. El de la foto que publiqué en Twitter lo tomé en casa, en un juego que compré en Ikea, muy sencillo pero que a mí me parece elegante y hace que el té me sepa delicioso, que es lo importante.

NO ES LO MISMO
 
No es lo mismo tomarlo sentada en un sofá que en una mesa cutre de un centro comercial con una silla que a penas se tiene sobre las 4 patas sobre las que se asienta.

Aunque he de decir que me supo a gloria porque esa noche fue "torera" de verdad y me quedé repantingada en la silla durante un buen rato mientras disrutaba del té, sin pensar en nada, sóla y haciendo un gran esfuerzo por mantener los ojos abiertos mientras esperaba a que llegara mi cita. 

HE VUELTO AL TÉ

Así que he de confesar que he vuelto al té. No tomaba desde hacía 4 meses, momento en el que me quedé embarazada, pero esta semana he vuelto a degustarlo. Me encanta, mmmm.

Y es que para mí la vida sin un té para pensar, para desacansar unos minutos, para reponer fuerzas, para charlar con las amigas, para calentarme cuando tengo frío, para leer un libro, para recomponer el estómago, en definitiva para, como digo yo, ser persona, no es vida.


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